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sábado, 24 de julio de 2010

CONSECUENCIA PSICOLOGIA DE LA JUBILACION




Significado de la jubilación. A lo largo del siglo XX ha habido un aumento considerable de la esperanza de vida y, con ello, un aumento del tiempo dedicado a la educación, a la vida laboral y a la jubilación. Antes el promedio del tiempo que se estaba jubilado era de 1,2 años (más o menos comprendía el 3% de la vida de un varón). Actualmente, el promedio de la jubilación se sitúa más o menos en 10 años. Hoy, la legislación vigente establece una edad límite para la jubilación: los 65 años aunque, la media real se sitúa en los 60 años (Foner y Schwab). Incluso un número significativo de trabajadores se prejubilan en la franja de los 50 – 60 años de edad. Anteriormente, la jubilación constituía el final de nuestra vida; los sanos permanecían en activo mientras que los sanos permanecían en activo. A medida que el nivel económico se ha elevado la jubilación también se ha visto afectada. Se ha pasado de ver la jubilación como una tragedia a ser el fin por el que se trabaja. Actualmente, la jubilación es considerada como una liberación por unos mientras que, para otros significa la pérdida del rol funcional. Para estos últimos, la incertidumbre de no saber en qué ocupar el tiempo les lleva, en algunos casos, a problemas psicológicos.

Consecuencias psicológicas de la jubilación.

- Mc Goldrik y Cooper (1985): la jubilación no tiene efectos negativos sobre la salud.
- Belsky (1996): Dice que en vez de que la jubilación causa declive en la salud, afirma que el declive de la salud da lugar a la jubilación.
- Nadie está afectado de la misma forma.

- Dedicamos la vida adulta a trabajar.
- El trabajo está socialmente valorado.
- Puede causar malestar psicológico en algunas personas.
- Dos factores influyen en el grado de adaptación a la jubilación:
- Gozar de buena salud.
- No pasar apuros económicos.
- De estos factores nacen las fuentes de estrés en la jubilación, que son una salud delicada y una situación económica poco favorable.

a) Desde el punto de vista del estudio de las personas: - Jubilado infeliz: individuos desdichados y mal adaptados. - La jubilación produce alteraciones en distintas áreas de la persona.

b) Desde la perspectiva de las relaciones sociales:
- Empobrecimiento de relaciones. (más en el hombre que en la mujer)
- Se reducen los contactos.
- Se alteran relaciones familiares y sociales.
- Ruptura con otros grupos de edad.
- Alteración de la vida conyugal.
- El hombre jubilado pasa de tener una relación social más abierta a más cerrada. En cambio en el ámbito rural no existe tal ruptura porque las relaciones sociales no dependen apenas del trabajo.
- En cuanto al sexo la mujer “lleva” más fácil la jubilación que el hombre.

c) Disminución de ingresos económicos.
- Miedos.
- Ansiedad.

d) En cuanto a la autoestima:
- Toma de conciencia de su edad.
- Ruptura de lo activo. Pasa a ser inactivo.
- La entrada “oficial” en la vejez influye de forma negativa en el nivel de autoestima.
- Si la autoestima está fundamentada en el trabajo, ésta se ve amenazada.

Pese a lo que acabamos de ver, en general, la mayor parte de los jubilados están satisfechos y se adaptan bien a las nuevas circunstancias, sin que aparezcan efectos psicológicos adversos coincidiendo con la jubilación.

Las prejubilaciones.

- Hasta hace poco la prejubilación se daba por problemas de salud.
- Ahora, la jubilación anticipada se da por crisis económicas, es decir, por prescindir de puestos de trabajo.
- En muchos casos la prejubilación es una decisión voluntaria.
- Pero están sometidos a presión psicológica desde varios ámbitos:
- compañeros.
- dirección de la empresa.
- Esto lleva a una disminución de la autoestima provocada por:
- sensación de impotencia .
- sensación de infravaloración.

- Problemas detectados
- Estar en casa demasiado tiempo
- Tensiones en la relación de pareja.
- La reducción de contactos sociales.
- Soledad, aburrimiento.....
- Deterioro de la autoimagen. - Grado de satisfacción depende de:
- Condición económica.
- Realización de un programa para la preparación de la jubilación.

Prevención.

- El cese de la actividad laboral no debe identificarse con la inactividad. Esto sólo se consigue cumpliendo alguna función.
- Necesidad de una jubilación más gradual.
- Debería haber distintas edades de jubilación según profesiones.

ACOSO SEXUAL





Variaciones y ofensas sexuales.

- Desde la perspectiva de las nociones de bienestar de la persona y de libertad para el grupo social, las variaciones sexuales o Parafilias hacen referencia a todos aquellos comportamientos sexuales, distintos a la relación heterosexual convencional, que no atentan contra la libertad de las personas.
- Las ofensas sexuales abarcan todo tipo de conductas sexuales que van en contra de la libertad o de la libre aceptación de las personas.
- No es fácil precisar numéricamente el total de las ofensas sexuales, de las que se tiene noticia en pequeña proporción. Todas ellas suscitan un rechazo social muy acentuado y tienden, por tanto, a ocultarse por parte de los ofensores y también por las víctimas por diversas razones y presiones.
- Desde la perspectiva psicológica de los ofensores sexuales, la gravedad está en función del grado de fantasía parafílica para la excitación sexual, del daño causado y del deterioro social y profesional.
El acoso sexual en el trabajo.

- Acoso sexual: comportamiento coactivo de carácter sexual no deseado por la persona a quien va dirigido y que afecta a su dignidad, incidiendo de forma negativa en su situación laboral.
- Retrato robot del acosador:
- Varón.
- Mayor de 40 años.
- Casados.
- Con una vida familiar y sexual insatisfactoria.
- Necesidad de autoafirmación y control.
- Laboralmente, tienen una categoría superior a la acosada.
- Actitud del acosador:
- Coqueteo de forma ofensiva, acercándose sin motivo a la víctima.
- Si se sienten contrariados por la respuesta de la víctima, adoptan posturas de chulería hacia la víctima así como represalias.

Tipos de acoso: a) Hostigamiento leve y verbal. - Chistes, comentarios, conversaciones de tipo sexual, silbidos o piropos ofensivos. b) Hostigamiento no verbal sin contacto físico. - Miradas lascivas, gestos obscenos y guiños de ojos. c) Hostigamiento verbal grave. -Llamadas y/o cartas no deseadas, presiones para salir a tomar copas, a cenar, etc. con intenciones eróticas y/o comportamientos similares.

a) Hostigamiento verbal con contacto físico no deseado. - Toqueteos, pellizcos, palmadas en el culo, sujetarla por la cintura, roces intencionados, acorralamiento, etc.

e) Hostigamiento físico que fuerza la consumación del acto sexual.

- Retrato de la víctima: - Puede ser cualquier mujer, pero se dirige más a profesiones con costumbres y horarios más atípicos, como camareras, azafatas, periodistas, actrices, etc. y a personas con un estatuto laboral más frágil. - Solteras, divorciadas o viudas. - Ambiente laboral con gran predominio de hombres.

- El hostigamiento sexual no consentido puede llevar a represalias (traslados forzosos, despidos, generación de un ambiente de trabajo hostil, etc. ...).
- Es frecuente el descenso del rendimiento laboral de las víctimas o la adopción de conductas de escape, como el absentismo y el abandono del empleo.

Consecuencias psicológicas del acoso sexual.

- Victimización –sobre todo en el caso de las víctimas de agresiones sexuales- puede causar consecuencias psicológicas muy negativas en la estabilidad emocional de los afectados.
- El desarrollo del estrés postraumático lo experimenta de un 50 a un 60% de las mujeres agredidas sexualmente.

- Trastorno del estrés postraumático:
- Cuadro clínico que se presenta en sujetos que han sido víctimas de desastres, accidentes o de agresiones provocadas deliberadamente por el ser humano. Las víctimas de agresiones sexuales constituyen el grupo de población más afectado por el trastorno de estrés postraumático.
- Síntomas:
- Hay tres aspectos nucleares.
- En primer lugar, las víctimas suelen revivir intensamente la agresión sufrida en firma de recuerdos constantes involuntarios, de pesadillas y de un malestar psicológico profundo.
- En segundo lugar, las víctimas tienden a evitar o escaparse de los estímulos asociados al hecho traumático.
- En tercer lugar, las víctimas muestran una respuesta de alerta exagerada.

- Todo esto lleva a la víctima a una pérdida de interés por lo que les resultaba atractivo antes, así como también a un embotamiento afectivo.
- Las consecuencias del acoso sexual se asemejan, en mayor o menor grado, a las experimentadas por las víctimas de cualquier otro tipo de agresión sexual.

- Síntomas psicológicos:
- A nivel personal: - Ansiedad y rechazo al trabajo. - Depresión y pérdida de autoestima.
- A nivel interpersonal: - Desconfianza hacia los hombres. - Dificultad para establecer relaciones espontáneas con el otro sexo.
- Síntomas psicosomáticos: - Dolores de cabeza. - Molestias gastrointestinales.

- El mayor o menor impacto psicológico del acoso sexual sobre la víctima depende, de la mayor o menor intensidad de la agresión y del apoyo psicológico previo y del apoyo social encontrado en el entorno de la víctima.

- Es frecuente el ocultamiento del hostigamiento por temer acusaciones de falta de credibilidad o de difamación, o de haber provocado el acoso, etc. ... Además, este ocultamiento tiende a acrecentar el impacto psicológico en la víctima.

RIESGOS PROFESIONALES




El trabajo constituye una actividad que puede ser peligrosa en la medida que el proceso de producción de los bienes y servicios exige una relación de la persona con los elementos objeto de transformación, con la tecnología y con los modelos de organización del trabajo que se utilizan.

Existen situaciones de riesgo en los puestos de trabajo como la tecnificación de la actividad laboral que da lugar a la aparición de máquinas con más variadas funciones, sustancias químicas, fuentes de energía diversas, etc.

La posición desde la que el trabajador se relaciona con los factores de riesgo es peculiar, el trabajador está en una relación de dependencia con respecto al empresario que es quién marca las pautas de la organización del proceso productivo y de la organización del trabajo. El contenido obligacional de la legislación incide especialmente en el empresario.

El concepto de riesgo se diferencia del de peligro. Peligro es una fuente o situación de trabajo causante de posibles daños. El riesgo puede cuantificarse, así según el art. 4.2 LPRL: “Se valorará conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo”. Según esto, la cuantificación se hará de la forma:



Los peligros, en la LPRL, aparecen condiciones de trabajo. El art. 4.7 define condición de trabajo como: “Cualquier característica del trabajo que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos de la seguridad y salud del trabajador”. Según el mismo art. 4.7, estas características del trabajo son:

Caracteres generales de los locales.
Instalaciones.

Equipos.

Productos y demás útiles existentes en el centro de trabajo.

La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo y sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.

Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyen en la generación de los riesgos mencionados.

Todas aquellas características del trabajo, incluida la relativa a su organización y adecuación que influyan en la magnitud de los riesgos a que está expuesto el trabajador.

En el art. 4. LPRL se define la prevención como: “El conjunto de actividades o medidas, adoptadas o previstas en toda la fase de actividad de la empresa, que tienen como fin evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo”.

Daños derivados del trabajo

Las patologías se manifiestan como: Accidentes de trabajo, enfermedad profesional, estrés laboral, insatisfacción en el trabajo, envejecimiento prematuro, relaciones sociales conflictivas. Según el art. 2 aptdo. 3, son daños derivados del trabajo: “Las enfermedades, patologías, o lesiones sufridos con ocasión o por motivo del trabajo”:

El accidente de trabajo

Desde un punto de vista genérico, “es un suceso anormal que se presenta de forma súbita e inesperada y que puede causar lesiones a las personas”. Estos accidentes tienen unas causas relacionadas con las condiciones de trabajo. Desde el punto de vista preventivo, interesan no solo los accidentes que se materializan en daño, sino también los accidentes blancos que tienen su origen en las condiciones de trabajo (por ejemplo, errores) y que son los sucesos anormales que se presentan de forma súbita e inesperada y que interrumpen el normal proceso del trabajo.

Según el art. 115 LGSS apartado 1º: “Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena”. En esta definición se recoge la necesidad de que exista una conexión entre la lesión y la actividad que se realiza. Además recoge tanto el daño fisiológico como el psicológico.

En este art. 115, en su apartado 2º e) se dice que tienen la consideración de accidente de trabajo las enfermedades que no se encuentren dentro de las profesionales (art. 116 LGSS) siempre que se pruebe que esas enfermedades tuvieron por causa exclusiva la actividad del trabajo. Según el art. 116.3 LGSS: “Se presumirá, salvo prueba en contrario que son constitutivas de accidentes de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y lugar de trabajo.

La enfermedad profesional

Enfermedades profesionales derivadas del trabajo son todas las patologías que de desarrollo más o menos lento y paulatino producidas por una exposición continuada a unas condiciones de trabajo adversas para la s. Debe existir una conexión con la actividad profesional, a diferencia de los accidentes de trabajo que generalmente se presentan de forma súbita en la empresa y cuya calificación como accidente no ofrece duda. Precisar el carácter profesional de una enfermedad no es fácil.

Se hace en base a que los estudios epidemiológicos y la praxis de la medicina del trabajo vienen constatando la existencia de patologías que, fundamentalmente, afectan a los trabajadores, por ejemplo la silicosis asociada a los que están expuestos a la inhalación de polvo de sílex, ya sea en trabajos mineros, en determinados trabajos de fundición, etc.

De igual modo, hay enfermedades con una especial incidencia entre los trabajadores. Es difícil establecer una relación causa-efecto con el trabajo ejercido, debido a que también esas enfermedades tienen cierta incidencia entre la población general (ejemplo citado en epígrafe D.6.b del tema 1 del Manual). Para resolver este conflicto de calificación, el ordenamiento jurídico español, siguiendo el modelo de lista publicada por la OIT en 1925 (nº 18, actualizada a nº 42 y 121), entiende por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de la LGSS, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen (art. 116 LGSS).

El RD 1975/78 de 12 de Mayo estableció el cuadro de enfermedades profesionales utilizado en todo el sistema de la Seguridad Social y no solo en el Régimen General.

El modelo de lista consiste en una relación de cuadros patológicos elaborada sobre la base científica de la frecuencia con que ciertas manifestaciones lesivas son diagnosticadas a los trabajadores que realizan determinadas actividades; de tal modo que el diagnóstico, a un trabajador, de una enfermedad encuadrada en alguno de los 71 epígrafes de la lista y realice o haya realizado un trabajo en contacto con el factor de riesgo también relacionado con el epígrafe correspondiente, presupone directamente la calificación de tal enfermedad como profesional, sin que el trabajador esté obligado a demostrar la relación causa efecto.

La principal desventaja de este modelo es su rigidez, ya que por su naturaleza restrictiva excluye del carácter profesional a las enfermedades derivadas del trabajo que no aparezcan o no puedan incluirse en la lista. Este modelo se complementa con el regulado para los accidentes de trabajo, teniendo tal consideración las enfermedades del supuesto del art. 115.2 LGSS.

Requisitos para calificar una enfermedad como profesional:

La enfermedad diagnosticada debe estar encuadrada en la lista de eps.
El afectado debe ser un trabajador por cuenta ajena.

La afección debe estar provocada por los elementos o condiciones de tr expresamente indicados en la lista para la correspondiente enfermedad.

Que el trabajador realice o haya realizado su actividad en un medio en el que esté o haya estado expuesto al factor de riesgo causante de la enfermedad.

Estructura de la lista: Consta de 71 epígrafes distribuidos en 6 grandes grupos:

Enfermedades profesionales producidas por agentes químicos: Plomo y sus compuestos. Mercurio. Cadmio, etc.
Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no incluidos en los otros apartados.
Enfermedades profesionales provocadas por la inhalación de sustancias y agentes no comprendidos en otros apartados.
Enfermedades profesionales infecciosas y parasitarias.
Enfermedades profesionales producidas por agentes físicos.
Enfermedades sistemáticas (carcinomas).
Tipología de las enfermedades:

De designación específica: Silicosis.
De designación genérica: Las designadas por referencia al agente causante (mercurio, fluor).
Las especificadas por la actividad profesional: Afecciones cutáneas provocadas en el medio profesional, asma provocada en el medio profesional.
Modelo de lista español:

Rigidez o lista cerrada.
Principio de presunción legal.
Carácter indicativo de las actividades o los trabajos relacionados en cada epígrafe.
Principio de profesionalismo del diagnóstico (determinación por el profesional médico) o ausencia de condiciones limitativas, excepto para las enfermedades siguientes:
4. Enfermedades infecciosas y parasitarias del personal que se ocupa del cuidado de enfermos y de la investigación.

Sordera producida por el ruido en trabajos con un nivel de ruido superior al 80 dB A.

5 Técnicas generales de prevención

Se contempla desde técnicas concretas:

Seguridad en el trabajo.
Higiene industrial.
Medicina del trabajo.
Ergonomía.
Psicosociología laboral:
Seguridad en el trabajo: Orientada a prevenir los accidentes de trabajo, tiene como objetivo identificar los peligros y evaluar los riesgos así como indicar las medidas preventivas para evitarlos.

Higiene industrial: Disciplina o técnica general de prevención que se centra en el estudio del ambiente de trabajo en relación a los efectos que puede causar en el trabajador. La orientación de esta disciplina es la de prevenir las enfermedades profesionales. Su objetivo es diagnosticar la presencia de agentes contaminantes, medir sus concentraciones, valorar el riesgo haciendo la comparación con valores de referencia (valores límite ambientales) y adoptar las medidas para corregir las situaciones de peligro higiénico.

Medicina del trabajo: Sus objetivos son protección de la salud, prevención de su pérdida y, llegado el caso, la curación de la enfermedad y otros daños derivados del trabajo.

Ergonomía: Técnica preventiva de carácter general orientada a adaptar el trabajo (los equipos de trabajo, los elementos que conforman el ambiente y el puesto de trabajo) a las características y capacidades de los trabajadores, a fin de lograr la máxima seguridad, bienestar y confort en el trabajo. Se centra en el análisis de las tareas, de las capacidades personales, en la evaluación de la carga de trabajo, y todo ello para llegar a correcciones que den lugar a un diseño del puesto de trabajo conforme a los parámetros de confort y bienestar citados.

Psicosociología laboral: Técnica preventiva que se centra en aquellos aspectos del trabajo relacionados con la organización del mismo (estilos de dirección, comunicación interna, carga mental, etc.).

Técnicas específicas de prevención:

Son un conjunto de actuaciones dirigidas a identificar y corregir los factores de riesgo que pueden prducir patologías laborales.

Clasificación:

Técnicas analíticas: Se incluyen el conjunto de actuaciones que tienen por objeto identificar y valorar los distintos factores de riesgo y una vez identificados hacer una evaluación de los mismos. Entre ellas se incluyen:

Los estudios medioambientales del centro de trabajo.
Las evaluaciones de riesgo.
Análisis estadísticos de la siniestralidad.
Investigación de los daños.
Estudios epidemiológicos.
Análisis de tareas.
Estudios o inspecciones de los equipos de trabajo, de las instalaciones y de los locales.
Técnicas operativas. Son aquellas que tienen por objeto eliminar los peligros que fueron identificados por las técnicas analíticas y, respecto de aquellas que no se pueden eliminar, adoptar medidas correctoras para reducir su nivel de riesgo. Destacan:

La prevención aplicada en el diseño y construcción de locales de trabajo y equipos de trabajo.
La prevención en el diseño de los métodos y organización del trabajo.
Aplicar medidas correctoras en los equipos y locales ya existentes (colocación de resguardos, sustitución de un producto peligroso por otro que no lo es o que tiene un nivel de riesgo menor.
Señalización de la prevención.
Usar equipos de protección individual.
Técnicas de formación y sistemas de información sobre la seguridad en el trabajo.
Técnicas de prevención dirigidas a eliminar o controlar los factores de riesgo.
Técnicas de protección que tienen por objeto evitar las consecuencias dañosas o disminuir el nivel de daño en caso de ocurrir un siniestro laboral