Según una investigación de la Universidad Estatal de Wayne – en Detroit, Estados Unidos – se confirmo luego de varios años de estudio que la apariencia de las personas influye considerablemente en el ámbito laboral, y que principalmente influye de manera negativa si la persona sufre de sobrepeso u obesidad.
Tristemente es así, el estudio de estos especialistas determinó que las personas con sobrepeso u obesidad atraviesan más dificultades para conseguir un trabajo o ascender en la escala laboral que otras que se encuentran en forma.
La cuestión pasa por los prejuicios que se tienen a estas personas. El estudio reveló que las personas con sobrepeso u obesidad tienden a ser más denigradas que los demás empleados que cumplen funciones iguales, y que – sin razonamiento – se los considera más holgazanes, desordenados y con menos auto-disciplina.
Uno de los investigadores marcó: “Hay toda una serie de estereotipos que se relacionan con el sobrepeso, y muchos de ellos se observan en el lugar de trabajo y en términos de los juicios de las personas por encima de las habilidades y la apariencia en relación con el rendimiento en el trabajo”.
Por otro lado, las personas con sobrepeso u obesidad enfrentan más problemas para conseguir trabajos ya que son consideradas por sus empleadores como más propensos a sufrir problemas de salud que puedan ocasionar una pérdida económica para la empresa.